El salmorejo tradicional es uno de esos platos andaluces que conquistan por su sencillez y sabor. Cremoso, fresco y lleno de nutrientes, se ha convertido en un imprescindible de la cocina mediterránea, especialmente en los días más cálidos. En esta versión, lo prepararemos manteniendo la esencia original, pero cuidando cada ingrediente para hacerlo más ligero y nutritivo.
Un aporte bajo en calorías sin perder sabor
Lo mejor del salmorejo tradicional es que, además de ser un plato lleno de vitaminas y antioxidantes, tiene un aporte calórico moderado: aproximadamente 95 kcal por cada 100 gramos. Esto lo convierte en una excelente opción para incluir en dietas equilibradas, ayudando a hidratar el cuerpo y aportar energía de calidad gracias a su base de tomate y aceite de oliva virgen extra.
Ingredientes para el salmorejo tradicional saludable
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1 kg de tomates maduros
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100 g de pan integral del día anterior
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50 ml de aceite de oliva virgen extra
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1 diente de ajo pequeño
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Sal marina al gusto
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1 huevo duro (opcional, para decorar)
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Jamón serrano en virutas (opcional, para decorar)
Modo de preparación del salmorejo tradicional
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Lava bien los tomates y córtalos en trozos grandes.
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Colócalos en un vaso batidor junto con el ajo y tritura hasta conseguir una textura líquida.
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Añade el pan troceado y deja que se empape durante unos minutos.
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Tritura de nuevo hasta obtener una crema suave.
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Incorpora poco a poco el aceite de oliva virgen extra mientras sigues batiendo, para lograr la emulsión perfecta.
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Ajusta de sal y refrigera al menos 2 horas antes de servir.
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Sirve frío, decorando con huevo duro picado y virutas de jamón (opcionales).
Beneficios nutricionales del salmorejo tradicional
El salmorejo tradicional es rico en licopeno, un potente antioxidante presente en los tomates, que ayuda a combatir el envejecimiento celular. El aceite de oliva virgen extra aporta grasas saludables que benefician el corazón, y si lo acompañas con huevo, añades proteínas de alta calidad.
Un plato versátil para cualquier momento
Aunque se disfruta más en verano, el salmorejo tradicional es ideal para cualquier época del año. Puedes servirlo como entrante, plato principal o incluso como acompañamiento en comidas ligeras. Su frescura y sabor lo convierten en un aliado perfecto para cuidar tu salud sin renunciar al placer de comer bien.
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